Desde niña, no recuerdo desde cuándo; pero, desde que tengo uso de razón,
cuando alguien me preguntaba que quería ser en la vida siempre decía: "Yo
quiero ser doctora". Y durante todos mis años de colegio, cuando me
preguntaban que iba a ser de grande, mi respuesta era: "Voy a estudiar
medicina."
A los 13 años me metí a un curso de pintura, no necesariamente porque yo
quisiera. Siempre pensé que era completamente inútil para dibujar; sin embargo,
tuve que entrar a dicho taller, porque los demás talleres estaban llenos y,
algo tenía que hacer para que mis vacaciones sean "vacaciones útiles".
En ese taller descubrí que no sólo era buena para pintar; sino que lo
disfrutaba, lo disfrutaba mucho.
Empecé a pasar noches enteras pintando, dibujando, investigando sobre nuevas
pinturas, y técnicas. Debo decir que no era la mejor, ni la más profesional;
pero si era algo que me encantaba hacer.
Cuando estuve en mi último año de colegio, a los 16 años, la cosa se puso
más complicada. Yo sabía que me gustaría estudiar medicina, era mi sueño; pero,
sabía que era algo difícil y que me iba a costar mucho.
Además, también me gustaba el arte,
la pintura, el dibujo. Era algo que disfrutaba tanto haciendo, que me
encantaría ganarme la vida de esa forma. Pensé que podría ser buena arquitecta,
o quizás, diseñadora o algo que incluyera pintar. Sin embargo, mi sueño de
estudiar medicina también estaba ahí, latente, esperando.
Se puso aún peor cuando en el colegio empezaron con los "test
vocacionales." Yo quería estudiar medicina, me gusta ayudar a las
personas. También quería arquitectura, o diseño.
¿Qué me salía en los test? Derecho,
literatura, asistencia social. ¿De verdad creen que esos test ayudan a esclarecer
el destino de nuestras jóvenes mentes? ¡NO, sólo ayudan a confundirnos cada vez
más!
Después de haberme hecho todos los test posibles, y haberme convertido en la
mejor amiga de la psicóloga del colegio, sólo para que me ayudara a decidir;
llegó el día que debía presentarme al examen de admisión.
No diré que había estudiado mucho; acababa de salir del colegio y no sabía
cómo realmente era el examen; vamos, ni siquiera sabía a qué iba a postular.
Completé el formulario: Nombre, edad, colegio, etc., etc. Cuando vi el
casillero que decía "carrera profesional" dije: "¡oh diablos! ¿Qué
pongo, qué pongo? Y ahí, en ese momento puse, despacito: medicina humana.
Y cómo era de esperarse, con lo poco que había estudiado, y con lo difícil
de la carrera; no ingresé. Sin embargo, mi puntaje era bueno, y la universidad dio
la opción de escoger diferentes vacantes para otras carreras a los primeros
puestos. Yo, al ver mi fracaso estaba llorando, y como por algo del destino,
llovía demasiado. Por tanta lluvia, no podía llegar, y cuando me llamaron para
que escogiera una vacante en la carrera que yo quisiera, no llegué. Llegué al
lugar 5 minutos después, cuando la vacante para arquitectura ya la habían tomado.
Bien, así me quedé, con un año perdido y con la idea de estudiar medicina,
siendo sólo eso, una idea. Llegó el momento de seguir intentando; seguí
postulando a medicina; aunque ante el fracaso, la duda me acechaba.
Me di cuenta que me gustaba el dibujo; pero, que no era cómo para estudiar
arquitectura, o diseño. Me hubiera gustado estudiar arte, sin embargo, no era
lo suficientemente valiente cómo para hacerlo, ni me veía capaz de ser exitosa
en esa carrera. Encima de todo, la medicina siempre fue mi primera opción, lo
que me gustaba, mi deseo.
Tuve dudas, incluso durante el primer semestre estudiando; hasta que a mis
manos llegó la biografía del Dr. Netter.
Resulta que este doctor había seguido la carrera de arte, y posterior a
esta, la carrera de medicina. Después de mucho tiempo de desempeñarse como
médico, decidió usar sus habilidades para el dibujo y fue así como diseñó el
mejor y más usado atlas de anatomía.
Cuando leí eso, me di cuenta que podía combinar mi amor por la carrera que siempre
había soñado, medicina; con mi gusto por el dibujo, y el arte. Fue así que,
hasta hoy; disfruto cada uno de los cursos que he llevado y llevo, incluyendo
en ellos un poco de mi magia para dibujar y pintar.
q bonitooooooooooooooooooo
ResponderEliminarMuchas gracias! ^^
Eliminarhermosa historia! estoy en una situacion similar porque soy estudiante de ingles pero sinceramente no tengo el deseo de ser profesor de ingles, simplemente deseo aprender una nueva lengua y esta de por medio mi amor hacia el dibujo que es lo que mas disfruto en este mundo como no tienen idea.
ResponderEliminarya verás que de una u otra manera descubrirás lo que realmente te gusta, ya lo verás!
EliminarQué lindo (: Yo hago exactamente lo mismo. Me encanta dibujar y aprovecho de eso para estudiar anatomía. Estoy en 3er semestre de Medicina y realmente es la mejor decisión que he tomado. (también estaba confundida pensando en estudiar Arquitectura) Pero aquí estoy, más feliz que nunca (:
ResponderEliminarCierto! igual lo hice yo en anatomía, y luego en los cursos que vienen. Es muy hermoso poder usar nuestras habilidades para lo que tanto nos gusta.
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