lunes, 25 de febrero de 2013

La casita del prado



Por fin logro abrir esa ventana, que tiene esa forma tan extraña. Es una ventana gruesa y redonda, más parece una puerta, de lo gruesa que es; sin embargo, es tan pequeñita y tan alta, que sólo podría ser una ventana. Con dificultad entro por ahí, con muchísima dificultad. Me estiro, meto una mano, meto la otra, me muevo, me estiro y de un salto, atravieso la ventana, y caigo sentada. Me doy cuenta que tengo 2 raspones en el brazo, y un moretón de 2 cm en la pierna.

Al entrar, me froto los ojos y me doy cuenta que ese lugar a donde había entrado es un mundo mágico multicolor. Veo muchos colores, oscuros, claros brillantes. Diferentes colores, todos muy diferentes.
Después de haber dado una visión general, le doy una vista más detallada a todo, girando mis brazos, de izquierda a derecha.

Hay una esquina muy brillante, llena de cosas esponjosas, peluches, colores, nubes, estrellas, ¡Oh, Dios mío!, esa zona parecía un kindergarden del prado de los “ositos cariñositos.”
Al lado de esa zona, hay un prado verde; verde, muy verde y amplio, muy amplio; lleno de pasto, un sol radiante, viento, y diferentes pajaritos cantando. Todo muy natural.
Más allá, veo una zona medio extraña, parece como un pantano, es verde, pero verde musgoso, y al medio hay una laguna oscura, como si estuviera llena de petróleo y todo está lleno de una densa neblina.
Y, aún más allá, en una esquinita, muy escondida, hay una zona oscura, oscura muy oscura. No se logra distinguir nada; sólo sombras, y oscuridad. ¿Qué habrá allí? No sé, no quiero ni imaginarlo.

Justo al medio del prado, hay una casita hermosa. Está rodeada de flores y tiene un caminito que me lleva directo a la puerta.
Entro y me encuentro con una casita muy simple, si bien tiene 2 pisos, todo es muy rústico. Justo atrás de la puerta, hay una escalera grande que me lleva al segundo piso.

Subo y me encuentro con diferentes habitaciones, muy especiales y particulares cada una. Una de ellas, contiene un sillón grande y confortable, de color marrón. Se ve tan cómodo. Al lado de este sillón, una mesita con un vaso de vidrio. Alrededor del sillón, 3 estanterías llenas de libros, antiguos, nuevos, de todo.

Al abrir la segunda puerta, me encuentro con un cuarto muy lindo, lleno de música. Tiene diversos instrumentos musicales, parece un estudio pequeñito, de esos para artistas independientes. Al centro, un hermoso piano, brillante, como el de las películas.

Otra habitación era un estudio de pintura, lleno de cuadros, bastidores, una gran ventana con un balcón, que parecía un lugar propicio para pintar. Había montones de cosas regadas por todas partes, pero aún en tanto desorden, todo se veía "en su lugar."

Habían algunas otras puertas que no intenté abrir, había muchas. Al fondo había una puerta que sí intenté abrir, debo confesar, pero no pude. Estaba cerrada con llave, y además tenía una cadena afuera, y un enorme candado. Algo escondido debe haber allí, pero no tengo idea de qué podrá ser.

Quería seguir visitando ese lugar, pero escuche unas risitas abajo. Bajé corriendo para ver de qué se trataba, y me encontré con 2 niñitas una con un vestidito rosado, lleno de encajes, y otra con un vestido muy simple, de un color mucho más formal, con detalles de color negro.

En ese momento desperté, y me di cuenta, que a través de los sueños, había viajado al interior de mi mente.

martes, 19 de febrero de 2013

Entrevista con la Autora


Hoy, 19 de febrero, se cumple un mes de la creación del blog "Deseos Reprimidos y Miedos Ocultos". Como celebración de la tan importante fecha, tuvimos una entrevista con la autora, que nos cuenta cómo nació todo.

Quedamos en encontrarnos con ella a las 5 pm. Llegó, 15 minutos tarde. Aparece cansada, y algo alborotada. Nos comenta, muy risueña ella, que su tardanza se debe a que el tráfico en su ciudad "es realmente espantoso" y el taxi en el que venía, se detuvo a medio camino, y simplemente se aburrió del tráfico y le pidió que se bajara.

Se sienta, e inmediatamente me dirige una sonrisa. Yo la saludo, y comienza a contarme detalladamente cada una de sus aventuras, a su propia y especial manera, moviendo sus manos y con diferentes tonos de voz, de una manera muy característica; me comenta que desde niña solía hablar así, como si contará “sus aventuras”.

- Dime, ¿Cómo nació la idea de hacer un blog?
Bueno, la verdad siempre me gustó escribir, desde niña tuve la ilusión de escribir un libro. Empecé un pseudo libro a la edad de 16 años, pero en lo que formateaba mi muy querida y lenta computadora, se borró. Luego vi la película "Julie & Julia" y desde ahí decidí hacer algo con lo que escribía, y que quizás un blog era la opción.

- Y entonces, ¿Qué fue lo primero que escribiste?
Sé que sonará gracioso, e infantil;  pero, lo primero que escribí fue mi diario. A los 8 años, mi tía me regalo un cuadernito, y empecé a usarlo como diario. Todos los días escribía cosas como "hoy me levante, y me bañe, y me cepillé los dientes. Saque malas notas y soñé feo. Punto final.” En esa época era muy poco interesante mi vida.

- ¿Es cierto que lo que escribes es parte de tu vida? ¿De verdad pasaste por todo eso?
Bueno, alguien que escribe (porque no quiero llamarme a mí misma escritora aún) no puede inventarse todo ¿no?, pero sí, es cierto que escribo mucho de lo que me pasa. Bueno, también aumento o quito lo que hubiera querido que pase, o lo que no debía pasar. Tampoco no quiero decepcionarlos, pero no pondré en el blog cada detalle de mi vida, hay muchas cosillas que debo guardar para mí.

-El blog ya ha sobrepasado las mil visitas, ¿Cómo crees que haya sucedido eso?

Bien, cuando un día abrí mi computadora y estaba por 2500 visitas, debo decir que me emocioné demasiado .Aún no sé si de verdad me leen, o es que la cantidad de spam que envío a mis contactos, está funcionando. Si alguno de mis amigos está leyendo, y ya se cansó que le deje mi URL en su facebook, en serio, díganme que ya se cansaron de mí, y trataré de evitarlo.

Ríe graciosamente y nos cuenta que nunca se imaginó promocionándose a sí misma, sin embargo, nos explica que hoy se siente cada vez más orgullosa de lo que hace.
“No hay nada más emocionante que leer comentarios de diferentes personas, que me dicen que se identifican con lo que escribo. Es lo más hermoso que me ha pasado en la vida.”

- Para terminar, me enteré que hay noticias acerca del blog. ¿Cuáles son?
 Bueno, no son exactamente noticias, pero sí hay información nueva. Ahora que ya se acaban mis muy placenteros días de vacaciones, escribiré sólo una vez en la semana. No se pongan tristes no, les prometo que será especial. Publicaré todos los viernes en la nochecita, la hora más divertida, para que puedan leer justo antes de salir. Y los que olviden que día es Viernes, tendrán toda la semana para ponerse al día.

Y ahí terminó nuestra entrevista, de manera amena, divertida, y con una autora segura de conseguir cada día más lectores.


PD: Perdónenme, pero me emocioné mucho con haber cumplido ya un mes de escribir el blog, espero que no les moleste mi falta de modestia al entrevistarme a mí misma, y me den el lujo de gozar sólo este día. Los quiero lectores, gracias por leer. No lo olviden, desde hoy, sólo publicaré los viernes, con algunas excepciones entre la semana. 

Un dibujo que hice hace varios años.

jueves, 14 de febrero de 2013

Mi Amigo Corazón



Cuando lo conocí, un día de marzo, apenas vi su sonrisa, algo en mí, se estremeció. Ese pequeño órgano que habita mi pecho, tomó vida propia, lo juro. No es necesariamente que yo crea en el "amor a primera vista”, ni siquiera sé si creo en lo que la televisión llama "amor" (excepto en el amor de mis padres, hermanos, amigos y perritas; del cual estoy completamente segura).

En fin, el punto, es que, en serio, ese órgano, que dibujan anatómicamente mal, tomó vida propia. Saltó por todas partes y dio saltos contra mi pecho, y se me atragantó. No me dejó hablar, no me dejó respirar, no me dejó pensar.

La primera vez que hablé con él, mi corazón, un órgano que había adquirido vida propia desde que lo conocí; ahora no sólo se conformó con no dejarme respirar, se fue corriendo al cráneo, y no dejó que mi cerebro pensará con normalidad, haciéndome decir lo primero que se me venía a la cabeza, sin sentido. Además de eso, siguió dando vueltas por todas partes; lo sé porque lo sentí en el estómago. Quizás algunas personas lo llaman "mariposas", pero no, yo sé que era el corazón (ahora con vida propia) que se había mudado ahí para saltar de la emoción.

Bien, ¿la primera vez que salimos? la primera vez que salimos fue peor. Mi corazón se embriagó, se embriagó por completo. Y sé que estaba completamente ebrio, porque sentí como daba vueltas por todo mi pecho, pero ya no tan emotivo como la primera vez, que parecía que se había tomado un Red bull, no. Estaba todo mareado y se movía por todas partes, parecía que quería flotar, o volar.

Y, ¿Quieren saber, que hizo mi corazón cuando tuvimos nuestro primer beso? Bueno, ahí sí que se volvió completamente loco, si loco. Loco como esos loquitos de la calle que gritan cosas raras, y se golpean y saltan y no pueden parar. Si, así de loco. Yo no podía controlarlo. A penas sintió que aquello con lo que tanto había soñado, se hizo realidad; ahí fue cuando se volvió completamente loco. Pobrecito, nunca lo vi tan emocionado en su poco tiempo de "vida propia."

Sin embargo, yo sabía que él no podría resistir tanta emoción. Llego el día, en que, esa relación, terminó. Ese fue un duro golpe para mi pobre corazón. Ese día se sintió tan deprimido que se negaba a latir, latía lento, lento, muy lento. Sentí que en el momento en que él me dijo para terminar, mi pobre corazón intentó “romperse”, dio muchas vueltas en círculos, tuvo miedo, quería hacer algo, terminar con el sufrimiento.
Luego, la tristeza pasó, pero el pobre se negó a emocionarse por alguna cosa de nuevo.

Sentí que ya no tenía vida, parecía inerte, se volvió un órgano del cuerpo, común y corriente, como los demás. Ya no se emocionaba, ya no se golpeaba contras las paredes de mi pecho, ya no saltaba (movía los bracitos a veces, cuando yo comía helado, nada más) y sólo quería tranquilidad, y bueno; probablemente vacaciones.

Pero, esta no es una historia triste, no, no lo es. Un día vimos pasar a aquel que le había dado vida propia a mi dormido corazón. Adivinen que: Ya no le causó ni un sólo movimiento involuntario. No le causó nada, pues ahora, mi corazón camina tranquilamente al lado de otro corazón que estuvo roto, sufrió, y juntos lograron curarse.



lunes, 11 de febrero de 2013

Mi mejor amiga


 En días como hoy, lluviosos, tristes y solitarios; es cuando me doy cuenta que ella es mi única y mejor amiga. La única capaz de sentarse a mi lado, y ver películas conmigo, cuando hace frío; hasta quedarnos dormidas, y sólo despertar para que cada una se vaya a dormir. Ella, mi mejor amiga, y compañera.

Recuerdo el día que la conocí: un 20 de diciembre. Recuerdo bien ese día, porque yo estaba contando los días para que sea navidad, y de pronto, ahí estaba, en mi jardín. No sé como vino, no recuerdo quién la trajo; pero estuvo ahí. Lo recuerdo muy, muy bien; porque, inmediatamente comenzamos a jugar. Éramos muy niñas. Esa noche, corrí a mi habitación y anoté en mi diario. "Hoy, 20 de diciembre, en mi jardín encontré a..."

Fuimos creciendo juntas; a los meses de conocerla, mi familia decidió llevarla con nosotros a la playa; gran felicidad para mí. Con ella fue que aprendí a bañarme en el mar, a tomar los aún más deliciosos baños de sol. Después de eso, solíamos tener largas caminatas por la orilla cuando ya estaba cayendo la tarde. Pasamos increíbles momentos aquel verano.

Lo que más me gusta de ella, es que me escucha. Es la mejor escuchando, en serio. Le he contado todos mis sueños, pesadillas, miedos, todo. Me mira con unos ojitos brillantes, y no dice nada, solo me observa y escucha. 
La primera vez que lloré con ella, vi que se asustó; pero, apenas notó que lloraba por tristeza, lo único que hizo fue apoyar su cabecita en mi hombro. Ese gesto, sólo ese pequeño gesto me hizo sentir mucho mejor, y calmó mi pena.

Cuando éramos niñas, solíamos correr por mi jardín. Jugábamos futbol, o a los investigadores o buscábamos insectos; siempre felices. Ahora que ya han transcurrido los años, todo es más calmado; solemos sentarnos bajo el sol, o en el balcón de mi casa. Vemos películas juntas y salimos a caminar al parque; largas caminatas que terminan cuando cae la noche.

Un día, me enteré que estaba muy enferma. Podía morir. Esos fueron los momentos más trágicos para ella, y  claro, para mí también. La llevé al doctor, y recuerdo que cuando la vi a los ojos, una lagrimita se le salió por sus ojitos marrones, inmediatamente, una lágrima también cayó por mi mejilla.
La operaron, de urgencia, y luego de la cirugía se sentía fatal. Todos los días yo la estuve cuidando, la abrigaba, le cantaba canciones, le leía mis libros favoritos, o algún periódico. Incluso la primera noche luego de la operación me pasé horas despierta, sólo para hacerle compañía.

Hace poco, adoptó una hija; ya que, lamentablemente, a causa de su operación, no puede ser madre. El hecho de tener una niña como compañera, le devolvió la vida. Se le ve radiante de felicidad. Se la pasa tan ocupada con ella, jugando y enseñándole todo.
Aún así, ella sigue y seguirá siendo mi mejor  amiga, mi hermana, mi compañera y mi consuelo en todo lo que resta de sus días, o los míos, nunca se sabe. Mi perrita, mi amiga, mi Bambina.


jueves, 7 de febrero de 2013

El paraguas de Cortázar


Leí Rayuela hace 2 años. Cuando lo leí, me gustó; me gustó mucho por la manera poética en que describía todo Cortázar; pero me gustó aún más, porque estaba completamente enamorada. Completamente enamorada de la persona que me regaló el libro,  completamente enamorada de cómo me regaló el libro y completamente enamorada del libro en sí  mismo.

Leí rayuela nuevamente, hace 2 semanas, ya no enamorada del libro, sino con una lectura más crítica, buscando las inigualables frases de Julio Cortázar; amando una y otra vez la tan famosa frase "Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que  andábamos para encontrarnos." y, leerlo de nuevo, de esta nueva misteriosa forma, más "inteligente", me hizo apreciar aún más el libro, la prosa casi verso, y cada frase digna de ser colocada en uno de tantos posters de mi habitación.

Y hoy. Hoy fue la culminación de mi amor/fantasía por Cortázar y por Rayuela. Hoy, mientras caminaba en mi ahora lluviosa ciudad, vi un paraguas botado en el suelo, sentí lastima de verlo, se veía nuevo. Vi a todos lados tratando de ver si es que se le había caído y/o olvidado a algún incauto.

Pero no, al moverlo, noté que no estaba sano, estaba roto. Me sentí aún más triste por el pobre paraguas desechado; alguien había notado que su paraguas estaba descompuesto, y no tuvo ganas de meterlo a un basurero, no, lo dejó en el suelo, en medio de la calle, como si fuera un desperdicio. Sentí pena por él, y por mí, por las muchas veces que  me había sentido tan desechada como él. Me conmovió verlo ahí, abandonado, solo y herido.

En ese momento fui mágicamente transportada a la lluviosa ciudad de parís descrita al principio de libro. Me sentí la Maga, sentí que podía darle una despedida digna a ese pobre paraguas abandonado, recordé las palabras de la maga cuando dijo "merece una despedida digna".

Decidí tomar una acción inmediata, decidí hacer algo y cambiar su final; del mismo como alguna vez, yo había tomado las riendas de mi propio destino y lo había cambiado a mi antojo.
 Como una loca cualquiera, que recoge cosas de la calle, recogí el abandonado y cuadriculado paraguas. Lo recogí del suelo, y lo despedí de una manera digna, digna de un paraguas, digna de la maga, digna del libro, digna de Cortázar.