sábado, 26 de enero de 2013

Yo quiero ser una Princesa


Ayer salí con una amiga a tomar un cóctel. Decidimos ponernos al día después de no habernos visto por varias semanas. La charla comenzó excelente, hablando de nuestros proyectos, metas y de todo lo que queremos alcanzar.
Luego comenzamos a hablar de nuestros respectivos novios, ella lleva 4 meses con su novio y yo hace 5 que terminé con el mío. Después, cuando ya habíamos entrado en el tema de los novios, comenzamos a hablar del porqué del fin de las relaciones. ¿Por qué habíamos terminado con nuestras anteriores parejas?

Ahí me di cuenta, que la mejor parte de una relación es cuando recién estamos conociendo a la persona. El chico te muestra sus mejores atributos (es guapo, hace ejercicio, es inteligente y perfecto para ti); encima de todo, él te dice a cada momento lo maravillosa que eres. Te llaman princesa, hermosa, niña, nena, bonita y todos esas cosas dulces que te suben por los cielos el autoestima. En esos momentos, una chica se siente excelente, se despierta con una sonrisa de oreja a oreja; todo le día pensamos en el chico que nos promete la luna sin pedirnos "nada" a cambio. Todo es excelente.

Poco a poco, nos vamos enamorando, encontrando miles de cosas en común con este chico, que es todo un caballero ejemplar. Nos abre la puerta del carro, nos jala la silla para sentarnos, en fin; hace de todo. Podemos ver en sus ojos, que así como nos llama "Princesa", de verdad piensa que somos princesas. Nos mira con unos ojos brillosos, que muestran ternura por cada cosa que hacemos, así sea que se nos derrame el helado y nos embarremos la cara; así sea que nuestra risa es tan ruidosa que haga que los demás se asusten o que se nos escape un estornudo que le moje la mano. No importa, ese chico nos ve como algo hermoso y nos quiere tal como somos.

Luego, la relación se vuelve más tranquila, él te quiere, tú lo quieres y todo se ve fantástico. Salen a comer, a cenar, al cine, a bailar. Besito por aquí, y por allá. Te lleva de la mano, te agarra de la cintura, te abraza. Todo con tanta delicadeza y ternura que sientes que te quebrarías si no te estuviera sujetando; sientes que para él eres lo más preciado en su vida.

Finalmente llega "el momento", en algunas parejas antes, en otras después; no interesa cuando, pero en cierta parte de la relación llega "el momento". En ese momento, él sí, probablemente siga siendo igual de dulce contigo, sigue diciéndote princesa y sigue tratándote bien, pero además, esos besitos se vuelven más intensos, cada vez más. En sus ojos, puedes ver, ya no sólo admiración, ternura, cariño. NO, ahora en sus ojos comienzas a ver deseo, deseo por tu cuerpo; no sólo por lo inteligente que eres, o lo graciosa, o lo linda. No, ahora él ve tus curvas, tus formas de mujer, y las desea. Las desea para él.

Y lo peor, es que, a medida que tu le permites más; él quiere aún más. Y siempre va avanzando, sin saber si tu quieres seguir avanzando o no. No digo que las chicas no lo disfrutemos, no. Es cierto, en esos momentos de pasión en los que el empieza a acariciarte, morderte, levantarte la blusa, o tocar lugares nunca antes tocados por alguien más, en esos momentos; si, las chicas sentimos "esa" electricidad, queremos más, disfrutamos la pasión y nos gusta la sensación de adrenalina y morbo en nuestro cuerpo.

El problema llega cuando pasa “el momento”, cuando después de haber estado con él, regresas a casa, y te pones a repasar cada momento vivido. Te das cuenta que lo que pasó esa tarde no fue algo que te hiciera sentir princesa, sino objeto, Si, fue excelente la sensación de sentirse deseada, pero, fuiste deseada como un objeto de placer; fuiste deseada sólo por tu cuerpo y no tu alma.

En ese momento bajaste del máximo nivel, al mínimo; dejaste de ser princesa, dejaste de ser maravillosa y te convertiste en objeto, en prostituta. Y eso: llegar a sentirnos tan inferiores, es lo que muchas veces nos hace terminar la relación. Yo quiero ser princesa siempre; antes, después y durante los momentos de placer. Y, no es que quiera que tú seas mi esclavo; quiero que seas mi príncipe y juntos gobernemos el palacio de mi imaginación.

12 comentarios:

  1. Ohhh que hermoso, y es que cada una de nosotras merece ser princesa SIEMPRE. :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto, no debemos permitir un trato menor al de una princesa; somos princesas y siempre lo seremos.

      Eliminar
  2. pero, ante tanta falta de esos "príncipes", porque ya casi no hay :(, que es lo que podemos hacer? como leí una vez en el facebook, "principe azul? prefiero un negro que me azote" hahaha o sea no literalmente, pero por ahi va el mensaje :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto, es complicado, lo sé. Pero no perdamos la esperanza. :D

      Eliminar
    2. Más que "no perder la esperanza" me parece que el estar pensando o esperando en encontrar a alguien así es una perdida de tiempo, y nos hace daño, lo mejor es enfocarnos en cosas para nosotras mismas, nuestro futuro, viajes, planes, estudios, cosas que a la larga no nos van a decepcionar; y si hacemos bien esto yo creo que el príncipe va a llegar en el momento menos pensado, pero aparecerá :)

      Eliminar
    3. owww! muy bien dicho, no hay nada mejor que concentrarte en tu propio crecimiento personal! :)

      Eliminar
  3. pues créeme que no solo ellos desean ''ese momento'' si contara cada que he utilizado chicos.. ellos dejarían de ser las princesas?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Quién sabe?, Es cierto, hay muchos hombres allá afuera que caen inocentes!

      Eliminar
  4. tiempo al tiempo e ideas diferentes

    ResponderEliminar
  5. Curioso como una se deja llevar ... y mas curioso es cuando en verdad te llega a gustar ;)
    Pero eso siempre dependera de quien se este hablando.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, es cierto. Gusta, tienta, se disfruta. Pero, también nos trae consecuencias. Lo importante, no dejarse llevar, si aún no es el momento.

      Eliminar